Diferencia entre Sociedad Mercantil y Asociación Civil
Si estás interesado en constituir una entidad legal, es importante que sepas las diferencias entre una sociedad mercantil y una asociación civil. Ambas tienen sus particularidades, objetivos y obligaciones distintas. En este artículo te explicaremos las principales diferencias entre estas dos tipos de organizaciones, sus ventajas y desventajas, y un ejemplo práctico para que puedas entender mejor.
Una de las principales diferencias entre una sociedad mercantil y una asociación civil radica en su objeto social. La finalidad de una sociedad mercantil es la realización de una actividad económica con la finalidad de obtener beneficios para sus socios. Por otro lado, las asociaciones civiles tienen fines altruistas o sociales y no persiguen la obtención de ganancias económicas. Las actividades que realizan están enfocadas en la promoción de valores culturales, sociales, educativos y otros objetivos no económicos.
Ejemplo:
Supongamos que queremos crear una organización para ofrecer servicios educativos a niños de bajos recursos económicos. Para ello, podemos crear una asociación civil con el fin de llevar adelante esta actividad sin buscar beneficios económicos. Si, por otro lado, queremos crear una organización que se dedique a la venta de productos de alimentación, lo más conveniente sería crear una sociedad mercantil para vender productos y obtener beneficios económicos.
Responsabilidad
Otra diferencia importante entre una sociedad mercantil y una asociación civil es la responsabilidad de los socios. En una sociedad mercantil, los socios tienen una responsabilidad limitada al capital que aportan. Esto significa que si la empresa tiene deudas, los socios solo perderán la cantidad de dinero que invirtieron y no se les exigirá responsabilidad por el resto de las deudas. En una asociación civil, los miembros pueden ser responsables de manera ilimitada, dependiendo de los estatutos.
Ejemplo:
Si creamos una sociedad mercantil para la venta de productos alimenticios, por ejemplo, si la empresa tiene deudas y no logra pagarlas, los socios únicamente perderían la cantidad de dinero que aportaron. Por otro lado, en una asociación civil, si se crea una organización sin fines de lucro para ofrecer servicios educativos, los miembros podrían ser responsables por deudas y obligaciones de la organización si es que así se establece en los estatutos.
Gobierno corporativo
La toma de decisiones y el gobierno corporativo es otro aspecto que diferencia a la sociedad mercantil de una asociación civil. En una sociedad mercantil, la toma de decisiones y el gobierno están en manos de los socios y el consejo de administración. En cambio, en una asociación civil, la toma de decisiones y el gobierno corresponden a los miembros y la junta directiva.
Ejemplo:
En una sociedad mercantil, si los socios deciden cerrar la empresa, basta una decisión de la mayoría para que la empresa se disuelva. Por otro lado, en una asociación civil, la junta directiva tendría que convocar a una asamblea general para tomar una decisión tan importante como el cierre de la organización.
Tributación
Las sociedades mercantiles están sujetas a una carga tributaria como empresa. Por lo tanto, deben pagar impuestos y tienen más obligaciones fiscales que las asociaciones civiles. Por otro lado, las asociaciones civiles tienen un régimen fiscal especial que les otorga ciertas exenciones y beneficios fiscales.
Ejemplo:
Si creamos una sociedad mercantil para la venta de productos alimentarios, la empresa deberá inscribirse en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC) y pagar impuestos, como el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA). En cambio, las asociaciones civiles tienen un régimen fiscal especial que les otorga ciertas exenciones y beneficios fiscales en el pago de impuestos siempre y cuando sus actividades sean sin fines de lucro.
Las diferencias entre una sociedad mercantil y una asociación civil son importantes para elegir la forma adecuada para constituir tu organización legal. La elección dependerá de tus objetivos, tus expectativas de crecimiento, tus actividades y capacidad de obtener recursos financieros. Te recomendamos que estudies todas las opciones posibles y consultes a un experto en derecho corporativo antes de tomar una decisión.
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