Diferencia entre cabina de flujo laminar vertical y horizontal

Si trabajas en un laboratorio, seguramente te has encontrado con la necesidad de manipular materiales que requieren un ambiente estéril y libre de contaminantes. Para ello, existen las cabinas de flujo laminar, que se encargan de mantener el aire limpio y proteger tus muestras o experimentos. Ahora, vamos a profundizar en las diferencias entre las cabinas de flujo laminar vertical y horizontal.

Índice
  1. Cabina de flujo laminar vertical
  2. Cabina de flujo laminar horizontal

Cabina de flujo laminar vertical

Esta cabina es ideal para trabajos que requieren una cierta manipulación de materiales, porque el aire fluye verticalmente hacia abajo, proporcionando un flujo constante de aire estéril directamente sobre la zona de trabajo. De esta manera, el usuario puede interactuar con los materiales sin temor a contaminarlos.

Además, en las cabinas de flujo laminar vertical se coloca directamente en la superficie inferior del equipo los elementos a manipular, lo que resulta especialmente útil si se trabaja con elementos grandes o voluminosos, como equipos o maquinaria de mayor tamaño.

Por ejemplo, imagina que necesitas trabajar con un microscopio o un equipo de medición de mayor tamaño. En este caso, una cabina de flujo laminar vertical sería la opción más adecuada porque permitirá tener una zona de trabajo libre de contaminación microbiológica y acceso directo a la muestra.

Cabina de flujo laminar horizontal

La cabina de flujo laminar horizontal, en cambio, es ideal para trabajar con sustancias químicas o peligrosas, ya que el flujo de aire se dirige de forma horizontal desde la parte trasera hacia la parte frontal de la cabina, atravesando los materiales manipulados y evacuando las partículas a través de un filtro HEPA ubicado en la parte frontal del equipo.

En este caso, se utiliza una rejilla para colocar los materiales a manipular, con el fin de que el flujo de aire atraviese los materiales y los mantenga libres de contaminantes. De esta manera, el usuario puede manipular sustancias peligrosas o tóxicas con seguridad.

Por ejemplo, imagina que necesitas trabajar con un producto que emite gases tóxicos o que puede generar vapores contaminantes. En este caso, una cabina de flujo laminar horizontal sería la opción más segura y adecuada porque garantizaría que el usuario no tiene contacto con estos elementos tóxicos durante el proceso.

La elección entre una cabina de flujo laminar vertical y una horizontal dependerá del tipo de proyecto y del tipo de material o sustancia a manipular. Aunque ambas opciones tienen una función similar que es la gestión de la contaminación microbiológica, cada una tiene diferentes ventajas y aplicaciones específicas. Ten en cuenta esta información para elegir la opción más adecuada para tus necesidades y trabajar de manera más segura.

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