La diferencia entre gastritis y reflujo

La gastritis y el reflujo son trastornos digestivos que presentan síntomas similares, lo que puede dificultar la diferenciación de ambos. Sin embargo, existen algunas diferencias importantes que ayudan en su diagnóstico y tratamiento adecuado.

Gastritis

La gastritis se refiere a la inflamación del revestimiento del estómago. Puede ser aguda o crónica, y los síntomas incluyen dolor abdominal, náuseas, vómitos, pérdida de apetito y sensación de saciedad después de comer. A diferencia del reflujo, los síntomas de la gastritis tienden a ser más constantes y no se relacionan con la postura del cuerpo. La gastritis puede ser causada por bacterias, enfermedades autoinmunitarias, uso prolongado de medicamentos antiinflamatorios, consumo excesivo de alcohol, estrés y hábitos alimenticios poco saludables.

Un ejemplo para diferenciar la gastritis del reflujo sería: Si una persona experimenta dolor constante en el abdomen superior, acompañado de náuseas y pérdida del apetito sin presentar acidez estomacal, es probable que esté sufriendo de gastritis.

Reflujo

El reflujo gastroesofágico (RGE) se produce cuando los ácidos del estómago suben al esófago, causando una sensación de ardor o acidez en la garganta. Los síntomas comunes incluyen acidez estomacal, indigestión, regurgitación, tos y dolor de garganta. A diferencia de la gastritis, los síntomas del reflujo son más propensos a empeorar mientras está acostado o inclinado, y se pueden aliviar temporalmente mediante la ingesta de alimentos o líquidos.

Un ejemplo para diferenciar el reflujo de la gastritis sería: Si una persona experimenta una sensación de ardor en el pecho que empeora después de comer o cuando está recostado, es probable que esté sufriendo de reflujo.

Tratamiento y prevención

Es esencial obtener un diagnóstico preciso para recibir tratamiento adecuado. El tratamiento para la gastritis incluye la eliminación de las causas subyacentes, el uso de medicamentos para reducir la inflamación y cambios en la alimentación y el estilo de vida. Para el tratamiento del reflujo, se puede recetar medicamentos para bloquear o reducir la producción de ácido estomacal, cambios en la dieta y el estilo de vida, y en casos graves, cirugía.

Aunque la gastritis y el reflujo comparten algunos síntomas, tienen diferentes causas y tratamiento. Es importante reconocer las diferencias entre ambos trastornos para obtener un diagnóstico preciso y recibir tratamiento adecuado para prevenir complicaciones a largo plazo.

Recuerda hablar con un profesional en salud para recibir una evaluación adecuada. La información presentada aquí solo es informativa y no debe reemplazar una consulta médica.

Si experimenta algún síntoma o problema de salud relacionado con la acidez o indigestión, consulte a su médico de inmediato.