Diferencia entre ciervo y corzo
Si eres un amante de los animales, seguro sabes que el grupo de los cérvidos es muy amplio. Dentro de esta familia se encuentran el ciervo y el corzo, dos animales que tienen algunas similitudes, pero también notables diferencias. A continuación, te explicaremos cuáles son esas diferencias para que puedas diferenciarlos con facilidad.
Tamaño
Una de las principales diferencias entre el ciervo y el corzo es su tamaño. Mientras que el ciervo es mucho más grande y pesado, el corzo es más pequeño y liviano. Un ejemplo muy evidente es que un ciervo adulto puede pesar alrededor de 300 kilos, mientras que un corzo solo llega a unos 30 kilos.
Astas
Otra diferencia notable es la forma de las astas. Aunque ambos animales tienen cuernos, la forma es totalmente distinta. Por un lado, los ciervos tienen astas ramificadas, con varios puntos en cada rama. En cambio, los corzos tienen astas más simples, con solo una rama. Como forma de ejemplo, piensa en las ramas de un árbol: los cuernos del ciervo parecen ramas con varias ramificaciones, mientras que los del corzo parecen ramas simples y rectas.
Coloración
La coloración también es una forma fácil de distinguirlos. Los ciervos son de color marrón rojizo, con manchas blancas en el vientre. Por el contrario, los corzos tienen un pelaje grisáceo con manchas blancas en la cara. Si los ves a lo lejos y puedes apreciar el color, esta puede ser una clave para diferenciarlos.
Comportamiento
Por último, el comportamiento es otra de las diferencias notables. Mientras que los ciervos son animales más sociales y disfrutan de la compañía de otros congéneres en grupos grandes, los corzos son solitarios y prefieren vivir en parejas o en grupos familiares muy reducidos. Es fácil ver a un ciervo en manada, pero raro encontrar a más de un corzo juntos.
Como has visto, aunque ambos animales pertenecen al mismo grupo de los cérvidos, existen notables diferencias en cuanto a su tamaño, forma de los cuernos, coloración y comportamiento. Si te encuentras en la naturaleza y ves alguno de ellos, ya sabes cómo diferenciarlos. Observa su tamaño, la forma de sus cuernos, su coloración y su comportamiento para saber si te encuentras ante un ciervo o un corzo.
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