Diferencia entre activo y pasivo en contabilidad
¿Qué es el activo en contabilidad?
En contabilidad, el término activo se utiliza para referirse a los bienes y derechos que posee una empresa. Estos son recursos económicos que tienen valor positivo y que la empresa puede utilizar para generar ingresos.
Dentro de la categoría de los activos, podemos encontrar dos tipos principales:
- Activo corriente: son los bienes y derechos que se pueden convertir en efectivo en un corto plazo, generalmente en menos de 12 meses. Algunos ejemplos de activo corriente son: cuentas por cobrar, inventario y efectivo en caja.
- Activo no corriente: son los bienes y derechos que no se pueden convertir en efectivo de manera rápida y que tienen una vida útil mayor a un año. Algunos ejemplos de activo no corriente son: un terreno, edificios, maquinaria y patentes.
¿Qué es el pasivo en contabilidad?
Por otro lado, el pasivo se refiere a las deudas y obligaciones que tiene una empresa. Estas son responsabilidades económicas que la empresa debe cumplir en el futuro.
De igual forma, dentro de la categoría de los pasivos podemos encontrar dos tipos principales:
- Pasivo corriente: son las deudas y obligaciones que se tienen que pagar en el corto plazo, generalmente en menos de 12 meses. Algunos ejemplos de pasivo corriente son: cuentas por pagar, préstamos bancarios y impuestos por pagar.
- Pasivo no corriente: son las deudas y obligaciones que se tendrán que pagar en un futuro lejano, mayor a un año. Algunos ejemplos de pasivo no corriente son: hipotecas y otros préstamos a largo plazo.
Ejemplos para diferenciar activo y pasivo
Un ejemplo que puede ayudar a diferenciar los conceptos de activo y pasivo es el siguiente:
Imaginemos que tenemos una tienda de ropa que ha adquirido una máquina de coser para la producción de ropa. En este caso, la máquina de coser sería un activo fijo, ya que no se puede convertir en efectivo de manera rápida y tiene una vida útil mayor a un año.
Supongamos ahora que la tienda adquiere una deuda con el banco para financiar la compra de la máquina de coser. Esa deuda es un pasivo, ya que es una obligación que la tienda tendrá que cumplir en el futuro.
Importancia de la gestión de activos y pasivos
Es importante que las empresas gestionen adecuadamente sus activos y pasivos para asegurar su sostenibilidad financiera en el largo plazo. Una gestión inadecuada podría generar problemas de liquidez y, en última instancia, llevar a la empresa a la bancarrota.
Una manera de gestionar adecuadamente los activos y pasivos es a través de la elaboración de un balance general, en el que se reflejen todas las cuentas que forman parte del activo y pasivo de la empresa. De esta forma, se puede conocer la situación financiera de la empresa y tomar decisiones basadas en datos concretos.
El activo y el pasivo son conceptos fundamentales en contabilidad que se refieren a los bienes y derechos, y deudas y obligaciones que tiene una empresa. Una correcta gestión de estos elementos es vital para asegurar la sostenibilidad financiera del negocio en el largo plazo.
Si eres dueño de una empresa o estás pensando en emprender, es importante que tengas en cuenta estos conceptos y que, si es necesario, busques asesoría contable para llevar una correcta gestión financiera de tu empresa.
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