Diferencia entre Beata y Santa

Cualquier persona que esté interesada en la religión católica ha escuchado los términos "Beata" y "Santa". Ambos títulos se utilizan para referirse a personas que se consideran santas en la Iglesia Católica, pero hay una gran diferencia entre ellos.

¿Qué es una Beata?

Una Beata es una persona que ha sido beatificada por la Iglesia Católica. Esto significa que ha sido reconocida por el Vaticano como un modelo de virtud y un ejemplo de santidad, pero solo se la puede venerar en un área geográfica determinada. Para que una persona sea beatificada, debe demostrarse que vivió una vida cristiana heroica o que realizó un milagro después de su muerte. La beatificación es un primer paso hacia la canonización, pero no garantiza que la persona sea declarada santa.

Un ejemplo de una Beata es Madre Teresa de Calcuta, quien fue beatificada en 2003. Aunque es venerada en todo el mundo, su culto principal se encuentra en la India.

¿Qué es una Santa?

Una Santa es una persona que ha sido canonizada por la Iglesia Católica, lo que significa que ha sido reconocida por el Vaticano como una modelo de virtud y un ejemplo de santidad y se la puede venerar en todo el mundo. Para ser canonizado, se requiere la demostración de un segundo milagro que se haya producido después de la beatificación. También se pueden canonizar a las personas que han sido declaradas mártires por su fe o que han vivido una vida virtuosa que ha sido ampliamente reconocida.

Un ejemplo de Santa es Santa Teresa de Ávila, quien fue canonizada en 1622. Es venerada en todo el mundo y es considerada una de las figuras más importantes de la Iglesia Católica.

Diferencias entre Beata y Santa

La principal diferencia entre una Beata y una Santa radica en la universalidad o regionalidad de su culto. Mientras que una Beata es venerada principalmente en un país o región particular, una Santa es considerada una figura universal en todas las regiones donde la Iglesia Católica está presente. Otra diferencia importante entre los dos es que una Beata solo necesita un milagro para ser beatificada, mientras que una Santa requiere dos para ser canonizada.

Una Beata es una persona beatificada por la Iglesia Católica que se puede venerar en una zona geográfica determinada, mientras que una Santa es una persona que ha sido canonizada y se la puede venerar en todo el mundo. Ambos son reconocidos por su santidad y se consideran modelos de virtud para los fieles católicos de todo el mundo.