Diferencia entre delegar y mandar
Delegar y Mandar: ¿Qué son?
En el ámbito empresarial y de liderazgo, la delegación y el mando son dos términos que se utilizan con frecuencia y pueden ser confundidos a menudo. Ambos términos implican la asignación de tareas y responsabilidades a otros miembros del equipo, pero hay una diferencia clave entre ellos.
Delegar: Permitiendo la Autonomía
Cuando un líder delega, confía en los miembros del equipo para lograr los objetivos asignados y proporciona orientación y recursos para ayudarlos a alcanzarlos. La delegación implica confiar en los demás y permitirles tomar decisiones y actuar de manera independiente.
- El líder define los objetivos que deben ser alcanzados y los presenta al equipo
- El líder identifica los miembros de su equipo adecuados para llevar a cabo las tareas asociadas
- El líder otorga la autoridad necesaria y la libertad para que los miembros del equipo tomen las decisiones necesarias y logren los objetivos establecidos
Por ejemplo, un gerente de una empresa podría tener una gran carga de trabajo y no ser capaz de manejarlo todo por sí mismo. En lugar de intentar hacerlo todo, el gerente podría delegar algunas tareas a otros miembros del equipo en quienes confía para hacer lo que se les asigna. Esto les da la libertad y la autonomía para tomar decisiones y actuar por su cuenta, lo que les hace sentir más valorados e involucrados en el trabajo y mejorar la relación con el gerente.
Mandar: Control y Dirección
Cuando un líder manda, emite órdenes directas y específicas para que los otros miembros del equipo las sigan. Cuando se manda, se espera que los demás miembros del equipo actúen de acuerdo con esas instrucciones sin cuestionarlas. Mandar implica controlar y dirigir a los demás sin permitirles demasiada libertad o autonomía.
- El líder define los objetivos que deben ser alcanzados y los presenta al equipo
- El líder emite órdenes específicas a los miembros del equipo sobre cómo lograr estos objetivos
- El líder controla y supervisa la ejecución de las tareas y actividades necesarias
Por ejemplo, un gerente podría sentir que sus empleados no están trabajando tan eficientemente como él podría desear, por lo que podría optar por dar órdenes directas sobre qué tareas deben hacer y cómo hacerlas. Si bien este enfoque puede ser muy efectivo para la tarea en cuestión, no permite mucho espacio para que los miembros del equipo asuman la responsabilidad y demuestran su propio juicio y habilidades, lo que puede resultar en una desconexión entre ellos y el líder.
Aunque la delegación y el mando son dos estilos diferentes de liderazgo, ambos pueden ser efectivos en diferentes circunstancias. Es común que los líderes utilicen una combinación de delegación y mandato según el contexto en el que se encuentren. La clave es reconocer la diferencia entre ellos y utilizar el que mejor se adapte a las necesidades de su equipo y de las tareas que se están realizando.
Delegar les da la libertad y la autoridad necesaria a los miembros del equipo para tomar decisiones y desarrollar habilidades, crear mejores relaciones y aumentar la satisfacción en el trabajo. Mientras que, mandar puede ser un buen enfoque para tareas específicas, pero puede reducir la confianza, habilidad y autonomía de los miembros del equipo.
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